Llamada de atención

Por José Manzano (@Manzaano)

La renuncia de Carlos Urzúa a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público supone un fuerte golpe a la Cuarta Transformación. Más allá de la polémica de si su perfil era el adecuado para encabezar a la secretaría -junto con Gobernación- más importante del gobierno, las razones de su partida deben invitar a la reflexión dentro del gobierno.

Esta reflexión debe de partir de las dos razones que ameritaron la renuncia del ex secretario. Primero, la toma de decisiones de política pública sin “el suficiente sustento”, debe ser la razón que amerite más reflexión, pues más allá de las causas y visiones ideológicas, sin el diagnóstico y estrategia adecuados, la 4T no podrá materializarse de la manera deseada, y al no hacerlo, quienes pierden son principalmente los más de 53 millones de pobres en nuestro país.

Segundo, “la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública” con la presión de “personajes influyentes con un patente conflicto de interés” debe incitar al gobierno a reconocer la necesidad de contar perfiles con los conocimientos y capacidades adecuadas para llevar el rumbo de las finanzas públicas.

Si hay algo claro, es que Urzúa conocía la importancia y la responsabilidad del recurso público como el medio fundamental para la redistribución de la riqueza y el fomento al desarrollo. Sin duda, son tiempos de transformación, pero recordemos que esta no debe estar peleado peleada con la toma de decisiones seria y el profesionalismo en el ejercicio de funciones.

Si bien el nombramiento de Arturo Herrera como nuevo Secretario de Hacienda da señales de continuidad y sensatez, la partida de Urzúa a tan solo siete meses de gobierno es una fuerte llamada de atención al gobierno.

Esperemos que dentro del gabinete continúen las voces que discrepen y que luego de esta renuncia se replantee la importancia de que estas sean escuchadas.